Mónica Rodríguez nació en Oviedo. Licenciada en Ciencias Físicas y con un máster en energía nuclear, en 2009 pidió una excedencia en Ciemat, centro de investigaciones en el que trabajaba, para dedicar todo su tiempo a la literatura y comenzar así un sueño que le acompañaba desde niña.
Seis años, realmente alguno más publicando, que le han cundido mucho y bien pues en este tiempo ha publicado más de una veintena de obras con las mejores editoriales españolas; ha dado vida a su propia heroína de nombre Candela, una extravagante detective a la que le llegan sus misiones en una bola de papel y que hace las delicias de niños y mayores; ha ganado premios tan prestigiosos como El Ala Delta y el Premio Leer es Vivir además de ser finalista del Barco de Vapor y del Premio Edebé, entre otros; e, incluso, ha podido ver cumplido algún que otro sueño como escribir un libro con su admirado Gonzalo Moure.
Es para mí un placer presentaros hoy a Mónica Rodriguez. Millones de gracias por la preciosa, amena e interesante entrevista que nos has concedido.
Os dejo el enlace a su página web en la que podréis seguir disfrutando de Mónica Rodriguez.
¿Cuál es el primer libro que recuerda?
Una edición de cuentos de los hermanos Grimm con unas ilustraciones (no sé de quién) que nos producían a mis hermanos y a mí (bueno, habría que preguntarles a mis hermanos) una atracción inevitable y terrible. Aunque es posible que no fuera el primero.
Portada realizada por Eva Vázquez para Los Caminos de Piedelagua
Everest, 2007
Primer premio de novela juvenil de Pozuelo, 2007
¿Cuál es el último libro que ha comprado?
Helena o el mar del verano de Julián Ayesta. Un libro que saqué de la biblioteca, siguiendo las recomendaciones de Pep Bruno en su blog (aquí), y que me gustó tanto que corrí a comprar dos ejemplares: uno para mí y otro para una gran amiga lectora. Es tan bonito regalar libros que sabes que van a producir momentos de intenso gozo. Ah, y hoy mismo pienso ir a comprarme El día señalado, de Enrique Vila-Matas, ilustrado por Anuska Allepuz. Una maravilla.
Ilustración de Anuska Allepuz para Kerida Azuba
SM, 2012
Finalista del Premio El Barco de Vapor de literatura 2012
¿Qué párrafo ha aprendido de memoria?
Pues tengo muy mala memoria. A veces incluso no recuerdo de qué tratan los libros que he leído, pero lo que no olvido nunca son las impresiones que me causan, lo que levantan dentro de mí. De joven me aprendí muchos poemas de Miguel Hernández, de Oliverio Girondo, de Ángel González, de Jaime Gil de Biedma... pero ya solo me quedan ráfagas en la memoria, como restos de viento. Ahora bien, hay un párrafo en Sula, un libro excepcional de Toni Morrison, que me ha impactado mucho y que es el párrafo final:
Fue un bonito llanto -largo y sonoro- pero sin fondo y sin superficie, solamente círculos y círculos de dolor.¿No me digas que esto no es Literatura de la grande? (Confieso que he hecho trampa y me he ido a comprobar que lo había escrito literalmente, con puntos y guiones y sin cambiar ni una palabra. Habría sido un pecado).
Ilustración de Albert Asensio para Un trabajo para Magda
Finalista Premio Edebé 2014
¿De cuál de sus obras se considera más orgullosa y por qué? Ahora mismo, de Trumpet, un libro que saco el año próximo en Edelvives, y que trata de la relación de un niño y un mendigo que toca la trompeta en la calle. Es un homenaje a Malik Yaqub, que tocaba el saxofón en las calles de Madrid y que fue considerado -de joven- uno de los mejores saxofonistas del mundo. Un homenaje también a todos los músicos callejeros. Es un libro que guarda un ritmo especial y que es, por momentos, muy sensual (en su primera acepción, entiéndeme: Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos). También tengo otro que considero de lo mejor que he escrito y que no encuentra editor. En fin, a veces suceden estas cosas.
Ilustraciones de Pere Ginard para El día que conocí al Greco
TF editores, 2014.
¿Cuáles son sus motivaciones para seguir escribiendo?
El goce profundo, a veces doloroso pero siempre intenso, de escribir, de transformarme en otro, de salir de mis casillas, de buscar, de reflexionar, de descubrir. De no conformarme.
Ilustración de Juan Ramón Alonso para La niña de los caracoles
Everest,
Premio Leer es vivir, 2013
¿Cómo es su rutina de trabajo?
Soy muy disciplinada y, desde hace cinco años y medio que me dedico solo a este apasionante oficio, me siento frente al ordenador y trato de escribir (y corregir y corregir) cinco horas diarias. Después, por la tarde, si mis hijas me dejan, intento sacar algún rato más. Procuro leer dos horas diarias, pero a veces no llego. Por desgracia, no tengo suficientes ingresos y es posible que en un año tenga que retomar mi antiguo trabajo. Entonces haré un pacto con mi familia para poder sacar esas cinco -al menos cuatro- horas diarias por la tarde-noche. Creo que sería infeliz si no escribiera. Mi estado de ánimo depende mucho de lo que escribo.
Ilustración de Mónica Carretero para la serie Cándela: misión...
Anaya, 2008
Creo que es algo muy personal y sin embargo también hay algo objetivo. Un buen libro es aquel que utiliza el lenguaje de forma sorprendente, sugerente y honda para contarnos una historia que por su naturaleza es digna de contar. Esta sería la parte objetiva. Subjetivamente un buen libro es aquel que te conmueve, que te mueve, que te arranca algo de dentro. Un buen libro es aquel que te transforma. El que pasa a formar parte de ti.
¿Cómo es el estilo que desearía tener?
Aquel capaz de producir todo eso que contiene un buen libro. El que consigue encontrar palabras que al juntarlas sacan chispas, incendios.
Ilustración de Ana Bustelo para La sonrisa de Clara al pintor Amadeo.
Oxford, 2012
¿Qué considera definitorio de la literatura infantil?
Lo que el mismo nombre dice: que sea literatura capaz de llegar también a los niños. A veces confundimos libros con literatura y en el mercado hay muchos libros pensados para niños que no son literatura.
¿Por qué eligió la literatura como medio personal?
No es una elección claramente consciente. Uno en la vida va probando y al final se queda donde puede (habría sido feliz haciendo otras muchas cosas para las que carezco de talento) y donde más compensaciones obtiene (y me refiero, claro está, a compensaciones no materiales ni económicas, a compensaciones mucho más altas y más profundas y más imprecisas).
Ilustración de Adolfo Serra para La última función.
Anaya , 2012.
XXX premio Villa de Ibi de narrativa infantil, 2011
Uno de mis sueños era escribir un libro a medias con Gonzalo Moure y ese ya lo he cumplido (Esta la vida, en Edelvives), fíjate que suerte. Hay otros, pero ninguno era más importante para mí por todo lo que Gonzalo me ha enseñado como escritora, por sus libros y su generosidad como escritor y como persona. Me gusta muchísimo el trabajo del ilustrador Gabriel Pacheco. Hacer un libro con él es otro de mis sueños.
Questa, la vita.
Traducción al italiano del libro Esta, la vida.
Loescher Editore, 2014
White Ravens, 2013.
Con muchos. Pero creo que con ningún escritor especialmente (o con todos). Sí, con pintores (Modigliani, Miró, Sorolla... ), con músicos (Brahms, Ravel, John Coltrane, Louis Armstrong...), con bailarines (Martha Graham, Vaslav Nijinsky, Margot Fonteyn...). Buf, podría seguir.
¿Cuál es su próximo proyecto?
Ahora estoy corrigiendo algunas novelas en profundidad y tengo una idea que está ahí y late. Siento el hormigueo en los dedos y no tardaré en ponerme (mañana mismo, seguro, hoy en cuanto acabe este entrevista). Aún no sé muy bien de qué va o hacia dónde camina pero ya tiene corazón. Y lo oigo.
Ilustración de Anuska Allepuz para La bicicleta de Selva
Anaya, 2010
I Premio de Literatura infantil Ciudad de Málaga.